Y se reencontraron al cabo de muchos años. Él se alegró de verla tan radiante y joven y pizpireta. Ella, en cambio, se retrajo, asustada, y le dio la espalda y huyó entre las lápidas. No podía creer que aquel vejestorio muerto fuese su primer novio.
Juglar: es evidente que para estos muertos no pasa igual. Qué te voy a decir de cómo pasa para nosotros. Pero hay que seguir, a pesar de todo. Un fuerte abrazo.
El tiempo no pasa igual para todos.
ResponderEliminarMuy bueno. Un abrazo.
Juglar: es evidente que para estos muertos no pasa igual. Qué te voy a decir de cómo pasa para nosotros. Pero hay que seguir, a pesar de todo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarSi es que el tiempo nunca pasa igual para nadie!!!
ResponderEliminarBrillante.
María: pero para unos el tiempo pasa mejor que para otros, a veces la edad hasta nos mejora. Besos.
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